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COVID-19: ¿cuándo volverá a moverse el mundo?

Cuando finaliza este año 2020 marcado por una pandemia, la movilidad humana global se ha detenido, la migración sigue cayendo. La economía mundial está severamente afectada. ¿Cómo lo enfrentan los gobiernos?



Foto referencial - Ahmad Akacha / Pixabay


A medida que la crisis sanitaria del COVID-19 se dirige hacia una nueva y probable fase final, un importante informe del Instituto de Políticas de Migración ilustra el desafío para los gobiernos de todo el mundo: cómo reimaginar las fronteras para reabrir las economías y sociedades después de la devastación.


Una teleconferencia nos permitió conocer la percepción de especialistas en países de grandes flujos migratorios y con movilidad humana por excelencia: Estados Unidos, México e India.

“Cada uno debe hacer su parte”

Demetrios G. Papademetriou, presidente emérito del Instituto de Políticas Migratorias y autor del informe La gestión de la pandemia y sus consecuencias, afirma que “La situación es bastante oscura, estos tiempos son oscuros en sí mismos”.



Demetrios G. Papademetriou - captura de pantalla


Recuerda que estamos en casi millón y medio de muertos en el mundo y que es la pandemia más mortal en el último siglo, más allá de la de 1918. “No estamos en control de lo que sucede”.


Considera que hay buenas noticias respecto a las vacunas, pero para la mayoría de la gente, mientras se reciben los derechos de emergencia para distribuirla, el posible tiempo de 6 a 8 meses va a significar un invierno difícil.


Recalca que lo que puede hacer la diferencia es protegernos: usar máscaras, evitar multitudes más allá de las reuniones familiares, cuidar a nuestras familias. “Somos nosotros quienes estamos a cargo de esta crisis. Tenemos una narrativa que piensa que esto tiene que ver con la libertad, otros dicen que están cansados. Debemos dejar estas tonterías de lado”.


La realidad es que se cerraron las fronteras y la movilidad global llegó a cero. En la segunda fase de la pandemia hubo una tentativa para reabrir pasos fronterizos, todo empezó a fluir de nuevo, pero como resultado de esto las cosas empeoraron; tanto en Europa como en Estados Unidos.


Y entre los asuntos que no han salido bien, destaca las mutaciones del virus que preocupan a los científicos.


Para Papademetriou, “El desafío es: ¿cómo podemos reabrir la economía y las fronteras? ¿Cómo volvemos a tener algo de movilidad mientras al mismo tiempo nos protegemos?”

Apuesta a que la nueva administración estadounidense tenga mejores relaciones con otros países, algo que ayudaría enormemente. “Pero es necesario que cada uno de nosotros también haga su parte y que escuchemos a la gente que nos da la información adecuada, a los científicos”.


Hay países que han hecho excepciones con el cierre de las fronteras, con casos como los viajes esenciales.


¿Qué son los viajes esenciales? La gente que trabaja duramente, en agricultura, en hospitales, cuidando a personas mayores. “Es gente calificada, que sabe lo que está haciendo, que puede participar en el desarrollo de los países”, apunta el especialista.


Para que los viajes vuelvan a empezar, cree que la gente tiene que confiar, seguir las reglas, hacer muchos ajustes.


Y concluye: “Las medicinas virales no son la solución definitiva, pero bajarán la intensidad de los síntomas y de esa manera salvarán vidas. Hay que tener mejores pruebas, más rápidas y eficientes. Entonces volverán la migración y los viajes”.

Tijuana: un punto caliente de la frontera

Vicente Calderón es el editor de Tijuanapress.com en Tijuana, México. Se trata de una ciudad fronteriza que es sinónimo de migración. Es territorio mexicano, pero vecino de California.



Vicente Calderón - captura de pantalla


En este lugar se encuentran miles de personas de Centroamérica que están esperando respuestas sobre su solicitud de asilo en Estados Unidos.


Según Calderón, “Les alegan que deben esperar por políticas de protocolo de protección, pero esto no es cierto. Los están haciendo esperar en una de las partes más peligrosas del mundo”.


Hay muchos mexicanos que tratan de buscar asilo en EEUU. ‘”Salen literalmente corriendo de sus ciudades, que antes eran lugares seguros; pero ahora sienten la violencia del narcotráfico”.


También hay en el lugar personas que vivieron por años en Estados Unidos y han sido deportadas. “Ellos intenten regresar, pero mientras tanto viven en las proximidades de la frontera para estar cerca de su familia”.


Tijuana se ha vuelto también una importante ruta de migración internacional. Guatemala, El Salvador y Honduras son los países de origen de muchos migrantes que tratan de alcanzar el sueño americano vía México.


Pero también llega gente de otras partes del mundo. Africa, Haití, Armenia y Venezuela están entre las numerosas procedencias de quienes esperan en la frontera estadounidense.

El periodista recuerda que la administración Trump redujo las cuotas de asilo. “Esto nos pone en la realidad actual, reforzada por la pandemia, que es la excusa perfecta para estas políticas extremas”. Revela que existen deportaciones express, que toman menos de 2 horas para regresar a la gente a México.


“Sus consecuencias reales son la separación de familias, los niños en jaulas, gente deportada a sus países de origen para enfrentar la muerte”, según explica Calderón.


Piensa que se ha creado un problema para el gobierno y la sociedad civil mexicana en la frontera. “Este control está forzando a los migrantes a tomar rutas más peligrosas para llegar a su meta”, asevera.


“Hay gente tratando de pasar por el mar, el año fiscal pasado supimos de 5 personas que murieron en el océano. En la última década han muerto más de 12 mil personas tratando de entrar al país”, concluye Calderón.

India: una realidad particular

Krishnaraj Rao es un periodista independiente dedicado a la investigación en Mumbai, India. Comienza señalando que 1 de cada 10 indios hacen movimientos migratorios, internos o externos. “Es común ver a un empresario migrante que vende vegetales y trabaja por su cuenta, pero duermen en la calle, perecen personas sin hogar”.



Krishnaraj Rao - captura de pantalla


La mayoría son del norte de India, van a Mumbay porque piensan que pueden ganar dinero y luego se regresan. Rao recuerda que India parece más bien un continente por su tamaño, y es un país que está en constante movimiento.


A los trabajadores migrantes no se les permitía volver a sus ciudades, cuando pudieron regresaron desesperados a sus poblaciones, contra órdenes del gobierno, pero es que se les acababa el dinero y la paciencia.


Si bien el COVID los ha afectado enormemente, están teniendo una mortalidad bastante baja en comparación con el resto del mundo. “Es 1/8 a 1/6 por cada millón de habitantes. No hay cuerpos apilándose en la calle ni en hospitales. Lo puedo decir con propiedad porque hablo con mucha gente, acostumbro a comer en la calle”.


Refiere que hay mucha especulación al respecto en cuanto a una posible inmunidad natural, que no se ha comprobado.


Entre los peligros que acechan a esta población en tiempos de pandemia, el periodista destaca que “Hay una gran proporción de indios, 60 a 70%, que viven demasiado cerca unos de otros. Tenemos hasta 10 personas en una habitación, hay una enorme densidad”, alerta para terminar.


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