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Variante Delta y vacunas: la nueva batalla del COVID-19

“No tener altos niveles de vacunación en muchos lugares del país, está haciendo que se prolongue la pandemia”. Así lo dice Monica Gandhi, MD, MPH, Profesora de Medicina de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Francisco.



Imagen referencial - Gustavo Fring / Pexels


Y complementa: “La vacuna es muy efectiva para prevenir hospitalización y muerte, esa fue su promesa y quiero que lo recordemos”.


Sus declaraciones se deben a la multiplicación de los casos de la variante Delta del COVID-19 en Estados Unidos.


Según ella, de este nuevo brote hemos aprendido que dicha variante es muy transmisible y tiene una carga viral alta. “Puede hacer que incluso una persona ya vacunada llegue a presentar síntomas leves antes de desarrollar sus anticuerpos”, revela.


“No podemos concluir que la gente no vacunada sea tan transmisora como la gente no vacunada. No hay igualdad de posibilidad de contagio”, agrega.


Recalca que por ahora hay que volver a ponerse las máscaras, sobre todo en interiores. “Debemos tener en cuenta los métodos para proteger a la gente no vacunada”.


Ghandi cita que India tenía apenas 3,7% de vacunación en marzo, no iba a poder lidiar con la variante Delta y ha presentado una verdadera una ola de muertes.


Para apuntalar su tesis de la efectividad de la vacuna, contrasta esa situación con la del Reino Unido: debido a sus altos niveles de vacunación, aunque tuvo muchos más casos la hospitalización se mantuvo relativamente baja.


Estados Unidos enfrenta un panorama mezclado. Hay lugares como Vermont o Virginia donde la gente está más vacunada y la hospitalización está bajo control. Pero hay sitios como Arkansas, Mississippi, Luisiana, Texas o Nevada, donde la vacunación es baja y las hospitalizaciones están subiendo.


Defendiendo a los no vacunados


Por su parte, la doctora Tiffani Jenae Johnson, Doctora en Medicina del Hospital Infantil de la Universidad de California Davis Health, es tajante al manifestar su posición: “Hay un riesgo muy pequeño con la vacuna y un riesgo muy grande con la enfermedad. Escoja usted”.


Sin embargo, para ella, no se trata de culpar a la gente no vacunada. “El grupo de no vacunados no es un monolito. Soy pediatra y los menores de dos años no son elegibles. Más de 4 millones de niños han salido positivos a COVID-19 y la cifra sigue subiendo”.


Agrega que existen problemas como el acceso a internet, la falta de información creíble y problemas para hacer la cita.


“Hay también limitaciones de transporte, la persistencia de la segregación ha resultado en desiertos de salud y movilidad. Si no tienes auto, ir más allá de cinco millas es una barrera”, relata. Además denuncia que hay empleados que no reciben su pago si no van al trabajo por ponerse la vacuna.



Imagen referencial - Ketut Subiyanto / Pexels


Lamenta que más del 50% de las enfermeras, que suelen ser de color, no se hayan vacunado aún. “Entonces la gente dice que por qué se le pide creer en la vacuna si el personal de salud no se la pone”.


Aconseja evitar que la gente se avergüence por no estar vacunada.


¿Son efectivas las vacunas?


Ben Neuman es doctor virólogo jefe del Complejo de Investigación de Salud Global de la Universidad de Texas A&M. Subraya que los estudios dicen que las dos dosis son más efectivas que una, por la manera como funciona el sistema inmunológico. Y aporta: “El promedio es que son 7% menos efectivas contra la variante Delta. Pero funcionan bastante bien”.


Cita un estudio del Reino Unido donde se establece que Pfizer tienen una ventaja sobre Astra Zeneca en la segunda dosis, pero no es demasiada la diferencia. “Hay entre 78% y 95% de reducción en la posibilidad de muerte luego de ser vacunados”, según el especialista.


También explica que un estudio en Israel llegó a la conclusión de que la gente vacunada tiene de 80 a 90% menos posibilidades de infectarse con el virus o de transmitirlo. “Esto es excelente y extremadamente efectivo para terminar con una enfermedad como el COVID-19”, celebra.


India centró un estudio solamente en gente hospitalizada que había sido vacunada. Arrojó un 50% menos de posibilidades de enfermedad severa, usos de ventiladores o muerte.

“Hay niveles de errores en todo esto, pero las vacunas protegen muy bien de muchas maneras”, observa Neuman.


Para finalizar, remata: “Las vacunas funcionan, y si no la has recibido, recíbela ya”.


Dosis de repotenciación


El doctor Dali Fan es Ph. D de la Unuversidad de California Davis Health fue interrogado sobre la necesidad de una dosis repotenciadora. Su respuesta es rotundamente negativa.

“Lo que hay que hacer es vacunar totalmente a la gente”.


Admite que los anticuerpos sí son menos efectivos contra la variante Delta. En el Reino Unido se estima, según estudios, que es un 30% menos. La infección sintomática se incrementa en un 5% y los porcentajes de hospitalización no han cambiado.


Piensa que la dosis de refuerzo podrá ser necesaria en algunos grupos poblacionales, como residentes de hogares para adultos mayores, personal de salud, adultos con más de 65 años y personas inmunocomprometidas. Este último grupo es el único que requiere una atención especial. Pero reclama que se necesitan más datos.


Agrega que para proteger a la gente inmunocomprometida lo mejor es vacunar totalmente a la gente que la rodea. Ellos también deben ser vacunados, pero su respuesta es menos robusta que la de una persona saludable.


En mayo de 2021, Moderna presentó su tercera dosis de repotenciación. En julio, Pfizer anunció también la preparación de su tercera dosis.


También en julio, la Administración Federal de Drogas FDA y los Centros para el Control de las Enfermedades, CDC, dijeron que los estadounidenses completamente vacunados no necesitan dosis de repotenciación. Esto se sustenta en que no existe suficiente evidencia de que la variante Delta afecte a quienes se encuentran completamente vacunados.


“El refuerzo solamente se consideraría necesario ante la declinación comprobada de la protección o ante la aparición de otra nueva variante”, de acuerdo a Fan.


Sin embargo, el 28 de julio de 2021, Israel reportó que 2 mil personas recibieron la tercera dosis y que esta se considera segura.


Soluciones


En cuanto al pasaporte de vacuna, Ghandi revela que “No queríamos usarlos, pero es importante decir que, si no se tiene vacuna, no se puede ingresar a ciertos sitios”.


Sin embargo, Johnson no está de acuerdo. “Hasta que no logremos deshacernos de todas las barreras para vacunarse, no es justo exigir un pasaporte de vacunación”.


Ella misma agrega que el presidente Biden llamó a combatir la desinformación. “Si alguien pone información en redes sociales que no esté basada en hechos y ciencia, está contribuyendo con un gran problema que tenemos en el país”.


Recuerda que los CDC son una entidad de confianza, pero tienen nueva evidencia y sus recomendaciones cambian. “Volvieron a decir que se debe usar máscara en interiores. La gente puede pensar que los CDC no saben de lo que hablan”.


Respecto a la obligatoriedad de la vacunación, Ghandi reconoce que hay gente opuesta a ello; pero recuerda que en 1905 la Corte Suprema hizo una regla respecto a que las vacunas pueden ser obligatorias, a raíz de una epidemia de viruelas.


“Hay que traer la vacuna a donde está la gente, como farmacias o tiendas, y permitirles tiempo para que se la pongan”, dice la doctora Ghandi. “Si no se sienten bien luego de la segunda dosis, se les debe otorgar tiempo libre pagado”.


Cree que otro aporte que animaría a más gente a vacunarse, es suministrarles transporte y guardería de niños.


La profesora recomienda finalmente estrategias como mensajes basados en las diversas comunidades. “Por ejemplo, con los latinos en San Francisco o en las comunidades afroamericanas, han funcionado muy bien”.







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